Desde el descubrimiento de la osteointegración (proceso a través del cuál el implante consigue integrarse con el hueso), la implantología ha supuesto una revolución en el sector dental. El implante es la mejor solución cuando hay ausencia dentaria o cuando hay que extraer un diente por la razón que sea. El implante va a reemplazar a la raíz del diente y posteriormente se le atornillará una corona encima que va a devolver la función masticatoria y estética que el paciente había perdido con la extracción del diente. La colocación de los implantes dentales son cirugías con un postoperatorio mínimo siendo posible incluso trabajar el mismo día de la colocación de los mismos dependiendo del caso.

Al perderse un diente se produce una disminución de la superficie de masticación, un movimiento de los dientes adyacentes, una alteración estética y una pérdida de hueso en la zona y en ocasiones problemas en la fonación. Por ello la reposición es conveniente. Los tratamientos con implantes dentales pueden ser muy variados en función del número de piezas dentales ausentes, del hueso remanente, del tipo de prótesis que deseemos, de los requerimientos estéticos,…

Hoy contamos con técnicas que nos permiten dar soluciones en situaciones extremas o soluciones muy rápidas y cómodas:

• Implantes en zonas sin hueso.

• Implantes zigomáticos y yuxtaóseos.

• Implante y prótesis en un solo día.

• Implantes con cirugía guiada sin dolor ni molestias posoperatorias.

• Múltiples técnicas de Regeneración Ósea allí donde no pueden utilizarse implantes.